Satanás es el nombre ante el cual se me presentó él: "El Diablo", la Serpiente Antigua.
Es uno de los tantos nombres por el cual se conoce a Wodanaz, Odín.
Es la memoria perdida entre los mundos astrales. No es un mero concepto ni un simple arquetipo. Él existe.
Me enseñó la magia prohibida y los poderes ocultos que se esconden detrás del velo.
Respondió al dolor que habitaba en mi alma, a la necesidad profunda de autoconocimiento.
Conozco su furia y su deseo. No tolera ser invocado por almas débiles o carentes de poder.
Él no es llamado: aparece cuando lo desea. Y su voluntad es entregarnos la llama sagrada de la sabiduría.
La gente aún le teme, especialmente aquellos que tienen fe en el falso dios.
Satanás se burla de ellos y los castiga, a veces por placer, a veces por poder, y muchas veces porque lo merecen.
He caminado junto a él, como una sombra que me acompaña a través de los siglos, vida tras vida, reencarnación tras reencarnación.
Detesta a los fanáticos y a los aduladores.
Satanás se revela únicamente ante las almas de luz: aquellas que no temen explorar su oscuridad. Los grandes magos.
Es la serpiente primigenia que nos espera cuando estamos listos para escapar de esta matriz, de la prisión mental.
Él es el susurro de los antiguos sabios: los rechazados, los quemados, los silenciados y traicionados
Su venganza en esta tierra es la ira sagrada de los dioses, es una ira pura y justificada que va contra quienes vociferaron mentiras y calumnias contra él y su gente alrededor de este mundo.
Quienes se atrevan a conocerlo son los que deben responder a su llamado. Pero no cualquier incauto puede acercarse a su vibración elevada.
Él pone a prueba a sus elegidos.
No, esto no es profesar una nueva fe.
Es la experiencia la que habla a través de este escrito. Este camino no es para todos.
Quien no crea en la magia jamás podrá tener contacto con un ser ancestral.
Quien no tenga el valor de conocer sus luces y sus sombras, jamás podrá verlo.
Quién se burle de su verdadera historia y la de sus descendientes en el mundo queda maldito, sobre todo si los que se burlan pertenecen a la misma estirpe, lo cual es aún mas grave.
Por eso Satanás ofrece un viaje solo para los valientes:
los que no temen arriesgar su alma con tal de aprender,
los que se atreven a mirar más allá de lo que ven sus ojos humanos mortales
los que se atreven a cuestionar lo que les han programado desde pequeños
-Wyn