A continuación se podrá apreciar no la primera visión que tuve sino la primera que me hizo reconectarme con mi verdadero yo siendo un poco mas consciente a mis 17 años en aquel entonces, unida a las otras dos que completaron la secuencia, dado que la primera se corta en un momento y pasaron años hasta que tuve las demás que ni siquiera sabía que encajaban unas con otras, el registro acá muestra la secuencia completa a partir de la última visión que hizo referencia a la misma secuencia.
(Fecha original del registro: Miércoles 30 de septiembre del 2020)
Iba caminando cuesta arriba por un camino de piedras, pastos verdes lacios y altos hasta debajo de mis rodillas a los lados, yo era yo, pero no era el que soy ahora, se que a mi izquierda a lo lejos estaba el mar y yo estaba a muchos metros arriba de eso, caminé hasta el final de aquel camimo cuesta arriba hasta la cima de una colina, el viento de las alturas inició sus caricias, algunas bruscas, aire fresco, seco, día soleado despejado, era unas horas antes del mediodía pero se notaba que el Sol nunca iba a llegar hasta el centro superior del cielo, no, allí no sucedía eso. La vista que me encontré al asomarme por la colina fue de un bosque enorme con grandes árboles pinos y coníferas altas, el camino seguía hasta adentrarse, podía ver movimiento dentro, y sobretodo escucharlos, podía apreciar las columnas de luz entre los árboles, me invadió un fuerte sentimiento de nostalgia y belleza, me detuve un momento para comprobar la bolsa de monedas que tenía en el cinturón, no puedo explicar como estaba vestido, era una mezcla de cueros, y telas de colores, el viento que acariciaba ahora traía consigo un delicioso aroma a pasteles de frutos secos y "del bosque", me adentré y esta vez no se desvaneció (Ahí terminaba la primera visión) llegué al centro donde un poste de madera tallada en forma de monumento con una figura de autoridad guardiana simulaba vigilar como si de un padre que mira a sus hijos divertirse se tratara, a mi izquierda se encontraba el mercado con las comidas y artesanías que iban desde joyería, indumentaria hasta medicinas y magia, pero a mi derecha escuché, ese canto familiar, esas voces angelicales de mujeres cantando melodía a modo de mantra característico aún hoy en día de los pueblos eslavos, allí estaban ellas algunas bailando alrededor del Asta de Maya, las demás en un círculo cantando, y por supuesto, el sonido armónico de las gaitas tocadas de una forma muy diferente a como se escucha hoy, allí la ví, y ella me vió, se dibujó una enorme sonrisa y mi corazón empezó a latir fuerte y se encendió de fuego vibrante al verla correr hacia mí con alegría, la recuerdo muy bien, su cara era una forma híbrida entre redonda y cuadrada, sus ojos eran almendrados de un verde/azul similar al cyan, su piel blanca rosada pálida, sus cabellos dorados casi platinados y con ondas, dientes grandes, sonrisa con hoyuelos, su mirada lo decía todo, ella no dijo una palabra, yo tampoco, sin embargo ella me decía, "estoy tan feliz de que hayas venido, ven", "Koman" sonaba en mi mente, "Koman, koman", aquellas palabras pertenecían a un dialecto antiguo ario, hoy presente en la rama germánica, ejemplo claro es el inglés "Come" (Ven), me tomó de la mano y me llevó al círculo, me dieron una gaita para tocar con ellos y cantar, ella cantó y bailó cuando era su turno, y no despegábamos nuestras miradas, el baile terminó con el último suspiro de las gaitas y fuertes gritos de las mujeres, ella volvió a mí y mientras miraba que alguien se acercaba me dijo, "vé con él, te estuvo esperando, los dejo solos, nos veremos otra vez...". Él se acercó hasta el límite del bosque y me señaló con su mano derecha para que lo acompañe, él es un ya conocido mío, el aspecto de Gandalf suena bastante ridículo, pero no olvidemos que Gandalf existe porque primero existió él, salimos de allí y nos sentamos en el pasto frente a frente con las piernas cruzadas, el se quitó sus ropajes y pude verlo bien, ya no era el viejo enclenque que aparentaba, era un joven con color en sus cabellos, cuerpo de atleta, no me decía nada, sin embargo yo le dije todo lo que me molesta y me angustia de mi estadía actual, todo lo que me preocupa, y como me siento con respecto a todo, ahora sucede algo curioso pues yo mismo me salgo de aquel cuerpo y entro en el de él y me digo a mí mismo:
"Ya veo, si, está muy difícil todo, comprendo como podría llegar a arrepentirme de eso también, ¿En qué estaba pensando? Es una locura, es más que una locura, es una pesadilla, ahora vuelve hacia atrás, antes de que entres al bosque ¿Que viste? ¿Que escuchaste? ¿Qué sentiste? Viste a tu pueblo, escuchaste a tu pueblo, amaste a tu pueblo, entraste en un llanto incontrolable por el amor y la belleza que te rodeaba ¿No es así? Te sentiste en paz y en sintonía con los tuyos, ahora vuelve a tu actualidad, ¿Que es lo que ves? Quieren destruir eso, quieren destruirlo, fundir todo en algo sin sabor, sin color, sin poder recordar, allí está tu pueblo sufriendo tanto como tú, ¿Te rendirás? ¿Escaparás ante la aparente incapacidad de reconocerte de tus cercanos? ¿Podrías reencarnar nuevamente en otro mundo donde nuestro pueblo vive en paz mientras sabes lo que aquí sucede? Piensa en ello, después de todo yo sé que nunca te gustaron las cosas fáciles *guiña su ojo izquierdo*, recuerda que siempre estoy contigo y ella también, encuéntrame de nuevo en mi día, recuerda, es por esto que hemos venido, hazlo por tí, hazlo por mí, hazlo por ella, hazlo por todos, la batalla ya está ganada".
Allí se desvaneció.
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